El Anunciamiento a unos Pastores Atemorizados, los Pastores.

 
 
 

Era medianoche, una hora que muchos de nosotros no asociamos como una ocasión para estar en el trabajo. Pero un grupo de pastores velaban por sus rebaños en una región cercana a Belén, el mismo día y al mismo tiempo en el que Jesús nacía en un pesebre (Lucas 2:7).

El oficio del pastoreo era menospreciado en la Palestina del Nuevo Testamento. Quienes se dedicaban a esto para sobrevivir eran socialmente excluidos, indignos de rendir culto a Dios en el templo y hasta acusados de ser “amigos de lo ajeno”.

Pero a ese puñado de pastores del campo, que trabajaba cuando la mayoría estaba durmiendo, se les presentó un ángel, quién los rodeó con toda la gloria del Señor.

Ese hecho invadió a los pastores de un profundo temor: ¡unos hombres de condición sencilla eran testigos de un hecho sobrenatural, que les hizo recordar su condición pecadora delante de Dios! Pero una vez más, el mensajero celestial tuvo compasión de la debilidad humana y reconfortó los corazones de quienes escuchaban su mensaje con estas palabras: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo” (Lucas 2:10).

Las buenas nuevas a las que el ángel se refería, eran ni más ni menos que el nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios encarnado en un bebé, que estaba envuelto en pañales junto con sus padres en un pesebre, porque no había para ellos espacio en las posadas de Belén.

El ángel orientó a los pastores sobre cómo encontrar al niño y se retiró junto con una multitud de las huestes celestiales que alababan a Dios (Lucas 2:13-14). Después de escuchar tan alentador mensaje, los pastores dejaron su temor atrás y se aventuraron a buscar a Jesús y lo encontraron tal y como el mensajero del cielo les había dicho.

Esos pastores, a lo mejor acostumbrados al desprecio de la gente, hallaron el favor de Dios en una visión milagrosa y se convirtieron en los primeros testigos de la gloria del Cristo vivo, demostrando así que la salvación está disponible para los olvidados y desposeídos.

El anunciamiento del nacimiento de Jesús tampoco excluía nacionalidades: mañana veremos cómo tres sabios de tierras lejanas llegaron a Palestina para conocer de la gloriosa noticia.

Reflexiona en Familia

Los pastores eran objeto constante de menosprecio en la sociedad de su tiempo. ¿Has sido despectivo inconscientemente con personas discriminadas por su nacionalidad, ocupación u orientación sexual, al punto de no hablarles del amor de Dios?

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Cuando el ángel se les apareció, los pastores sintieron gran temor por considerarse indignos de estar frente a un mensajero de Dios. ¿Te consideras indigno de haber recibido el amor de Dios o tratas el pecado a la ligera y vives como si no fueras deudor del sacrificio de Jesús?

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Después de encontrar a Jesús en el pesebre junto a sus padres, los pastores salieron a testificarle a todo aquel que encontraban a su paso acerca de lo que habían visto. ¿Tienes todavía ese mismo gozo que tenían los pastores de compartir el mensaje del amor de Dios con otras personas?

ORACIÓN FAMILIAR

Querido Jesús, te damos las gracias porque tu nacimiento fue anunciado a los pastores, ya que nos enseña que el mensaje de tu amor está también dirigido a los marginados e ignorados por nuestra sociedad. Ayúdanos a tener el mismo gozo que estos pastores tuvieron cuando compartían las buenas nuevas con la gente de Belén y permítenos llevar esperanza por medio de Ti a los más vulnerables de nuestra comunidad. Amén.