Solo para mí

DEVOCIONAL 1: Solo para mí  

Vivimos en un mundo donde las opciones abundan. Las vitrinas de los almacenes, por ejemplo, están llenas de coloridos y atractivos productos ¡al gusto de cada quien! Pasa con todo: con los negocios, con la familia, con los deportes, con la comida, etc. Si algo no nos gusta, tenemos un sinfín de opciones más para llegar a lo que satisfaga nuestras necesidades.

Pero, en la búsqueda de estas opciones que no son eternas, permanecemos vacíos preguntándonos la razón por la que nuestras vidas nunca parecen ser satisfactorias. No hay duda de que muchas personas logran alcanzar cierta medida de “felicidad” lejos de Dios, pero es solo cuestión de tiempo cuando se dan cuenta que realmente debe haber una opción que sea mejor a todas las que este mundo nos ofrece.

La Biblia nos enseña que ninguna opción en este mundo podrá llenar nuestra alma como lo hace Jesús. Por eso el rey Salomón, después de tener todas las riquezas, éxitos, reconocimientos, y poder en el mundo, llegó a la conclusión de que “el fin” de cualquier asunto era “temer a Dios y guardar sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre”.

Hace muchos años, cuando el pueblo de Israel fue dividido en sus doce tribus y distribuidas entre el reino del Norte y el del Sur, solamente dos: la tribu de Judá y Benjamín, lograron entender que Dios era la mejor opción para su pueblo; sin embargo, las otras diez decidieron adorar y servir a otros dioses paganos.

Los israelitas de esas diez tribus decían que adoraban al Señor, pero al mismo tiempo servían a sus propios dioses, bajo las costumbres de las naciones adonde habían sido deportados.

Por muchos años, estas personas fueron advertidas por Dios para que se apartaran de sus malos caminos y guardaran la Palabra, pero ninguno de ellos creyó que Dios fuera la mejor opción. Creían saber mucho de Dios, pero estaban lejos de lo que realmente el Señor quería de ellos: que fueran solamente para Él.

Como creyentes e hijos del Señor, servimos a un Dios que pide que todo aquel que lo ama sea únicamente para Él. La Biblia dice que Dios es celoso, que pide categórica y exclusivamente que nuestra única opción sea Él.

Si esto te parece un poco exagerado, reflexionemos: ¿A qué esposo o esposa le gusta compartir a su cónyuge con otra persona? De la misma manera, a Dios no le complace compartir a sus hijos con NADIE, por una sola razón: porque Él nos ama demasiado.

La pregunta es: ¿amas tú demasiado a Dios como para no compartir tu corazón con nadie más que solo Él?

 

CITAS BÍBLICAS:

  • 2 reyes 17:33

“Aunque adoraban al Señor, servían también a sus propios dioses, según las costumbres de las naciones de donde habían sido deportados.”

  • Eclesiastés 12:13

“El fin de este asunto es que ya se ha escuchado todo. Teme, pues, a Dios y cumple sus mandamientos porque esto es todo para el hombre.”

  • Deuteronomio 6:13

“Teme al Señor tu Dios, sírvele solo a él, y jura solo en su nombre.”

  • Marcos 12:30

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.”

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