Como el soplo del viento

Devocional 3: Como el soplo del viento  

La gravedad es una fuerza que ninguno de nosotros podemos ver ni palpar, pero sabemos que está ahí porque la experimentamos diariamente. Ocurre cuando saltas en el aire y caes nuevamente al piso o cuando dejas caer alguna fruta u objeto y cae rápidamente desde cualquier altura. Aunque, según científicos, es una de las fuerzas más difíciles de entender, gracias a ella todas las órbitas planetarias y la creación misma de las estrellas, planetas y galaxias se mantienen en su correcto funcionamiento.

Lo mismo nos pasa con el Parakletos. No podemos explicarlo ni entenderlo plenamente, incluso palparlo o verlo, pero los hijos de Dios saben que está ahí porque pueden sentirlo y para explicar su naturaleza a sus discípulos, Jesús utilizó una metáfora que puedes encontrar en Juan 3:8… “el Espíritu Santo es como el soplo de un viento que sopla donde quiere y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni dónde va.”

Lo peculiar de esto es que, como seres humanos, no podemos llegar a tener un conocimiento pleno del Espíritu Santo porque parte de su naturaleza es DIVINA, es decir, posee OMNIPOTENCIA porque, dado que viene de Dios, posee su poder absoluto; también es OMNIPRESENTE, dado que puede estar en todo lugar de forma completa y absoluta, no hay espacio que lo limite; además es OMNISCIENTE, porque lo entiende todo y es capaz de obrar con absoluta sabiduría en base y armonía con la voluntad de Dios; pero también es ETERNO y, por supuesto, SANTO porque está contra todo lo impío e impuro de este mundo.

En resumidas cuentas, aunque la naturaleza divina del Parakletos no nos permita entenderlo plenamente desde nuestra naturaleza humana, puedes estar seguro que Él es uno solo tanto con el Padre como con el Hijo, es CO-IGUAL, CO-ETERNO Y CO-EXISTENTE.

Pero hay una pregunta: si la naturaleza del Parakletos es divina ¿cómo es que puede entender nuestra humanidad?.. No olvidemos de quién viene la promesa.

 

CITAS BÍBLICAS:

  • Juan 3:8

“El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.”

  • Lucas 1:35

“—El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.”

  • Salmos 139:7-8

“¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí.”

  • 1 de Corintios 6:19

“¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños;”

  • 1 Corintios 2:10

“Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios.”

  • 2 Pedro 1:21

“Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.”

  • Romanos 1:4

“Pero que según el Espíritu de santidad fue designado[a] con poder Hijo de Dios por la resurrección. Él es Jesucristo nuestro Señor.”

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